lo prometido

porque lo prometido es deuda...más vale tarde que nunca...

“Instinto de camino.”

Camino, divago,
deslizo mis llanuras sobre el asfalto con rapidez,
observo, medito y avanzo,
las rectas se vuelven perpendiculares
y transito entre el tránsito elocuente.

Me detengo, me niego a admitirlo,
mi visión se converge de silencio
y los murmullos se acentúan.

Retorno al andar,
un paréntesis, un vacío,
una melancolía se me atraviesa,
la rehuyo, no incito más dolor
y continuo la inercia del paso.

Inspiro la humedad tácita,
mis pulmones se agobian de ecos,
y un suspiro me exhala de libertad.

El grisáceo resplandor de las sombras,
cohíbe mis sentidos,
me arrullo ante la muralla más cercana,
la rectitud de mi espalda se torna cómoda,
pero tan sólo unos segundos.


Mis breves piernas aceleran,
el final se respira más cercano,
ya no necesito detenciones,
anhelo una marcha infinita,
eterna de descanso,
una más para la multitud,
no hay límites ni fronteras.

Sólo caminos por recorrer.